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Según una reciente investigación de la American Pregnancy Association “La Quiropráctica ayuda, de forma evidente, a un desarrollo del embarazo mucho más llevadero con reducción de los vómitos, alivio de problemas comunes a esta etapa como son las ciáticas, pinzamientos o dolores de cabeza”.
Sois muchas las que nos preguntáis si es seguro el cuidado quiropráctico en esta etapa tan especial, y queremos explicaros lo importante que es en cada fase del embarazo tener una columna sin subluxaciones y un sistema nervioso sin interferencias:
Etapa 1 (primer trimestre):
-Comienza el crecimiento del útero
-Cambios hormonales
-Aparición de síntomas:
-Náuseas, mareos, dolor de cabeza…
-->La función de un quiropráctico es eliminar las interferencias que se van formando durante esta etapa de cambios fisiológicos para reducir la sintomatología e ir adaptando tanto la columna vertebral como la pelvis a este proceso.
Etapa 2 (segundo trimestre):
-El útero de la mujer se agranda de forma notable
-Dolor por el estiramiento de los ligamentos que rodean la pelvis
-El aumento del peso del bebé puede provocar ciática
-Aumento de la curvatura lumbar (anteriorización del centro de gravedad)
-->Tenemos que tener en cuenta que el sistema nervioso y los órganos de la mujer en este proceso trabajan para dos seres y es necesario que funcionen al 100%
Parto (Tercer trimestre):
La Quiropráctica en esta fase es muy importante, puesto que ayuda a colocar la posición del bebé facilitando un parto vaginal, además de ayudar a la pelvis a tener mayor flexibilidad y estar bien alineada, puesto que si no es así puede reducir el espacio disponible para el bebé.
La mujer experimenta todos estos cambios en apenas 9 meses, por ello la parte psicológica es muy importante en este proceso; un sistema nervioso funcionando correctamente ayudará a afrontar cada etapa del embarazo.
